Esta va a ser –de momento– la última entrada de En un lugar de Aragón...
Evidentemente, no he podido abarcar todo el
patrimonio arquitectónico de la región, pero espero que estas muestras hayan
sido lo suficientemente elocuentes para comprender la vasta historia aragonesa
y la evolución en la gestión de sus edificios más emblemáticos.
Por mi parte, he disfrutado investigando y
redactando cada entrada, he descubierto grandes ejemplos de buena gestión y he
aprendido de los errores cometidos en el pasado; creo que finalizo el curso con
un buen bagaje para enfrentarme a los retos futuros como historiadora y gestora de patrimonio.
Quisiera que esta última entrada sirviera para
clausurar el blog agradeciendo cada una de sus casi mil setecientas visitas y
cada una de las que lleguen con el tiempo, esperando que hayan sido y sean provechosas
y estimulantes. Gracias, de todo corazón, a los lectores de dentro y fuera de
Aragón. No dejen de disfrutar aprendiendo y de aprender disfrutando. Thank you. Grazie. Danke. Merci.