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lunes, 10 de diciembre de 2018

San Pedro el Viejo (Huesca). Iglesia, monasterio y panteón real.


Fachada de San Pedro el Viejo
Contexto histórico:
En el lugar que ocupa actualmente San Pedro el Viejo se ubicó un templo romano, visigodo y mozárabe, sucesivamente. Fue el único templo que mantuvo en Huesca su carácter cristiano durante la dominación musulmana.
Tras la conquista de la ciudad a los musulmanes por parte del monarca aragonés Pedro I en 1096, esta iglesia fue entregada al monasterio de Saint Pons de Thomières o San Ponce de Tomeras (Francia), convirtiéndose a raíz de aquello en monasterio benedictino y sufriendo numerosas reformas que hicieron desaparecer la anterior iglesia mozárabe. A partir de entonces, fue conocido como “el Viejo” para diferenciarlo de la nueva catedral, también dedicada a San Pedro.

Conjunto arquitectónico:
El conjunto arquitectónico conservado actualmente data del siglo XII y pertenece al llamado estilo románico europeo u occidental, difundido a lo largo del Camino de Santiago y del que San Pedro el Viejo constituye uno de los ejemplos más significativos en Aragón.
La fachada es sencilla, compuesta por muros robustos y una torre-campanario de planta hexagonal construida en el siglo XIII, después de que la iglesia se constituyera en sede parroquial, en 1249. Esta torre fue en origen mucho más alta de lo visible hoy en día, pero ha sido desmochada en diversas ocasiones.
Iglesia:
Interior del cimborrio de la iglesia de San Pedro el Viejo
La planta de la iglesia de San Pedro el Viejo es basilical, constituida por tres naves paralelas, cubiertas por bóvedas de medio cañón y terminadas en ábsides semicirculares, y un crucero alineado. El cimborrio fue construido en el siglo XIII.
El retablo mayor, del siglo XVII, se sitúa en la nave central, de mayor anchura que las otras, y oculta su ábside. Tallado en madera, dorado y pintado, y de estilo renacentista, aunque con signos de transición al barroco, en él aparecen imágenes de San Pedro, patrón de la iglesia, y de San Lorenzo y San Vicente, patronos de Huesca. Además, la iglesia conserva otros retablos menores, aunque igualmente reseñables, del siglo XVI y siguientes, como los del Cristo de la Sangre, de la Anunciación y de San José.
Hasta 1684 el coro estuvo situado en el centro de la iglesia, encontrándose ahora al final de la nave central, separado de esta mediante una verja. Destaca en él el órgano, anterior al siglo XVII, aunque restaurado.
En la nave central, junto al coro, se conserva una pintura mural del siglo XIII, resto de las que originariamente ilustrarían la iglesia y el claustro.

Arquivoltas de la puerta de acceso al claustro 
Claustro:
En la nave derecha de la iglesia se encuentra la puerta que comunica con el claustro, construido en el siglo XII, al mismo tiempo que el templo. Constituye una importante muestra románica, atribuida al escultor conocido como «Maestro de San Juan de la Peña».
Este claustro tiene forma rectangular, con cuatro crujías recorridas por un banco corrido sobre el que se levantan columnas pareadas que sostienen un capitel único, haciendo un total de treinta y ocho capiteles que presentan un programa iconográfico completo y sobre los que descansan arcos de medio punto. El claustro fue restaurado en el siglo XIX, conservando únicamente dieciocho capiteles originales del siglo XII.


Detalle de la basa de una de las columnas del pórtico del claustro

Capilla de San Bartolomé
En este claustro se abren varias capillas, entre las que destaca la de San Bartolomé, uno de los primeros panteones reales de Aragón, ya que en ella se encuentran los restos de los dos últimos reyes de la dinastía ramirense, Alfonso I el Batallador (1104-1134) y Ramiro II el Monje (1134-1137), además de los de una infanta ignota de escasos años de edad, los de Fernando de Aragón, hijo del rey Alfonso II, tío y consejero de Jaime I y abad de Montearagón entre 1205 y 1249, y los del último prior monacal de San Pedro el Viejo, fray Bernardo Alter Zapila (✝️1494).

Para conocer todos los panteones reales de Aragón: http://www.panteonesrealesdearagon.es/

Capilla de San Bartolomé. Sarcófago de Ramiro II
Además, durante su reinado, y especialmente a partir de 1137, Ramiro II el Monje hizo de Huesca su residencia habitual, probablemente recluido en los monasterios de San Pedro el Viejo y San Urbez de Serrablo, ambos pertenecientes al priorato tomeriense, y donde desarrolló una importante tarea cultural. Este monarca falleció en 1157 y fue enterrado en dicha capilla de San Bartolomé del claustro de San Pedro el Viejo, en un sarcófago romano realizado en mármol durante el siglo II ó III d.C.
Las dependencias monásticas que albergó San Pedro el Viejo no se conservan actualmente.

Evolución de San Pedro el Viejo:
El monasterio de San Pedro el Viejo destacó tras la Reconquista por su riqueza y por el control que ejercía sobre otras iglesias de la provincia. No obstante, su vida monástica terminó durante el siglo XV, cuando Fernando el Católico lo secularizó.
El priorato fue suprimido en 1535 por el papa Paulo III a instancias del monarca Carlos I y de la ciudad de Huesca, de manera que sus rentas pasaron al Colegio imperial y Mayor de Santiago.
San Pedro el Viejo entró así en declive hasta que Felipe II consiguió que Pío V lo redotase de rentas desmembradas del monasterio-abadía de Montearagón, con la obligación del canto de las horas en coro y otras devociones en honor de los santos Justo y Pastor, de quienes se conservan algunas reliquias en la iglesia, en la capilla dedicada a ambos.
Una de las crujías del claustro
Durante la Baja Edad Media y la Edad Moderna se llevaron a cabo numerosas reformas en el conjunto arquitectónico de San Pedro el Viejo: se realizaron enterramientos bajo arcosolio en los muros de las crujías del claustro; se abrieron nuevas capillas en el claustro y en la iglesia; se habilitaron espacios accesorios, como sacristías; se aumentó la anchura de las naves; se alteró el sistema de iluminación del templo, cegando los dos vanos originales y abriendo otros nuevos; etc. Todo esto provocó numerosos problemas estructurales. Además, en el siglo XVIII la iglesia fue blanqueada con una capa de yeso, supuestamente, por motivos higiénicos, perdiendo así casi toda su decoración mural; esta capa fue retirada a finales del siglo XX.
La iglesia y claustro de San Pedro el Viejo fueron declarados Monumento Nacional Histórico-Artístico en 1885, iniciándose desde entonces sucesivas restauraciones.

Para saber más sobre San Pedro el Viejo:

Bibliografía:
Fontana Calvo, María Celia, La iglesia de San Pedro el Viejo y su entorno, Instituto de estudios altoaragoneses, Huesca, 2003.
Ubieto Arteta, Agustín, Los monasterios de Aragón, Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón, Zaragoza, 1999.
Vallés Almudévar, Jesús, Guía de San Pedro el Viejo, Huesca, Parroquia de San Pedro el Viejo, Huesca, 2004.



2 comentarios:

  1. En San Pedro El Viejo, está la famosa "Campana de Huesca"????

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    1. No. El episodio de la Campana de Huesca, según la leyenda, tuvo lugar en el llamado Palacio de los Reyes de Aragón, en Huesca, entonces capital del reino. De hecho, la estancia donde supuestamente sucedió puede visitarse hoy en día, ya que se encuentra en el actual Museo Provincial de Huesca, edificio del que hablaremos la próxima semana.

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